Recuerda por qué haces lo que haces:
Si, como yo, sueles despertarte 5 minutos antes de la hora habitual de ir a trabajar, ¡puede resultar complicado empezar a encargarte de todo lo que tienes que resolver de inmediato! En ese sentido, tengo un arma secreta: además de las listas de tareas que hago a primera hora de la mañana, me gusta despertarme, incluso con mi mal humor, y esforzarme en recordar por qué trabajo.
¿Un pequeño ejemplo? Trabajo mucho en atención al cliente, lo cual no siempre es divertido como te puedes imaginar, pero por otro lado de la moneda también soy cliente y me gusta mucho cuando las marcas superan mis expectativas. Me despierto todos los días pensando en que es responsabilidad de Catarina que trabaja detrás de Infinitebook satisfacer a los cientos de Catarinas que esperan ayuda al otro lado de la pantalla.
Creo que todos los trabajos en el mundo tienen un propósito mayor de lo que parecen. Así que piensa un poco en tu propósito. Si llegaste a este blog no fue casualidad y creo que ya tienes o estás buscando esa misión!
Listas de tareas pendientes: los mejores aliados en el trabajo:
Con mil cosas que hacer me gusta escribirlas en mi Infinitebook, incluso las más simples, como “responder al correo de María” o “recordarle a Pedro que tome las fotos”, así sé que no me perderé. Trabajar entre ordenadores y teléfonos puede resultar agotador debido a la cantidad de información en la que caemos cada segundo. Entonces, cuando creo mis listas y las organizo por prioridades, ¡sé que mi deber para ese día se cumplirá!
Distracciones y distracciones y distracciones
Como dije, las computadoras y los teléfonos pueden desafiar nuestra capacidad de concentración y atacar nuestra productividad todo el tiempo.
Lo que hago y recomiendo es:
- Elegir muy bien qué tipo de notificaciones quiero que estén activas, así sólo me interrumpen cosas realmente urgentes que realmente merecen mi atención.
- Usar una libreta para pensar y estructurar el trabajo que estoy desarrollando y usar solo la computadora cuando ya estoy al final del proyecto. Entonces no estoy tan distraído. Se ha comprobado que escribir a mano es más efectivo para nuestro cerebro que escribir en un teclado, por mucho más fácil y que requiera menos tiempo que parezca, a nuestro cerebro se le enseñó a escribir en papel desde pequeño lo que le hace asimilar los problemas. mucho más fácilmente, lo que lleva a la siguiente reacción más rápidamente: ¡encontrar una SOLUCIÓN!
- Recuerda que estos momentos son difíciles para todos y que la creatividad no siempre se encenderá cuando quieres y eso está bien (a menos que ya estés retrasado en la entrega del trabajo, como es el caso de este artículo). Aun así, no uses este argumento como excusa, ¡recompénsate con un chocolate cuando finalmente termines el trabajo!
PD: Sé que no todo el mundo tiene un trabajo en el que pueda poner en práctica estos consejos. Y no todo el mundo puede darse el lujo de comportarse como yo en mi trabajo. Con este blog solo quiero alegrarte un poco el día.