Esta semana tuvimos la oportunidad de hablar con un usuario diario de Infinitebook. Sérgio Pinho es ingeniero y director de proyectos. Tiene 30 años y es de Arões, Portugal. El equipo de Infinitebook lo desafió a mostrarle a nuestra familia Infinite la forma en que usa el cuaderno en su vida diaria. En una entrevista informal, esto fue lo que nos compartió:
¿Cómo se enteró de Infinitebook?
Un amigo mío tenía uno y pensé que el concepto era simplemente brillante.
¿Cuál fue tu primer Infinitebook?
Después de ver lo práctico que era el Infinitebook, hablé de él en la empresa. El mes siguiente, la empresa realizó un pedido de Infinitebooks personalizados y ahora todos los ingenieros y arquitectos de la empresa poseen uno. Muy útil para bocetos que hasta entonces realizábamos sobre una servilleta/trozo de pladur o cualquier otro trozo de material que apareciera a mano.
¿No pudiste contenerte y compraste algunos más?
Hasta ahora no ha sido necesario. Cada vez que llenaba el cuaderno, solo necesitaba 5 minutos para fotografiarlo todo y limpiar las páginas. ¡Eran los bolígrafos tan infinitos como los cuadernos!
¿Qué te pareció la experiencia y cómo ha evolucionado con el tiempo?
Me sorprendió lo fácil que era escribir en la superficie del cuaderno. Pensé que tendría una escritura más “artificial”, pero no. El bolígrafo fluye de forma natural e incluso es fácil borrar y rehacer detalles con la parte posterior del bolígrafo.
¿Cómo y para qué se utiliza el Infinitebook?
En mi trabajo este cuaderno es un excelente apoyo. Todos esos dibujos rápidos que estaban sueltos, terminaron perdidos y nunca volvieron a aparecer cuando se necesitaban, ahora están recopilados en un cuaderno exclusivo para tal fin.
¿Tiene algún consejo para cualquiera que lea?
¡Los bolígrafos de varios colores son imprescindibles!
Aunque prefiero páginas completamente en blanco, es muy útil tener páginas con plantillas de listas de verificación y tableros de ajedrez.
- ¿Pensamientos finales?
No hay final en Infinite.